El día que descubrí que iba a ser mamá muchas emociones se introdujeron en mí, estaba un poco asustada de todo lo que esto significaba, tanta responsabilidad, tanta atención, tantas sensaciones inexplicables, etc. El embarazo fue una etapa maravillosa en muchos aspectos, sin embargo la melancolía sin razón se apoderaba de mí en algunas ocasiones y eran muy intensas cada vez. Fue en aquellos momentos en donde las Flores de Bach tomaron un rol significativo, me ayudaron a sobrellevar esos momentos en los que me perdía emocionalmente.
Al cumplir las 40 semanas de espera pasándola maravillosamente a gusto con mi bebé, ambas nos sentíamos tan relajadas que ni yo quería dar a luz ni ella quería salir a conocer el mundo exterior, ya a las 42 semanas comenzamos a preocuparnos de que Katara, mi hija, no quisiera nacer; pues cabía la posibilidad de que mi placenta no tuviera los nutrientes suficientes para su nacimiento.
Le dimos un par de días más para que naciera, pero Katara se resistía, no había manera de que saliera, así que recurrimos a la inducción y después de seis horas de labor al fin la maestra del agua llegó a nuestras vidas para cambiarlo todo.
El parto fue una experiencia inolvidable que no le es dado a cualquiera, mi vida y la de mi esposo cambiaron totalmente a partir de ese momento.
Yo siempre fui una persona relajada y libre que podía dormir cuantas horas quisiera, salir a fiestas, viajar por distintos parajes y de mi esposo ni que decir, más independiente aún; pero ahora todo es diferente, la vida como la conocí quedó en el pasado, ya no duermo muchas horas, ya no voy a fiestas, no veo películas hasta muy tarde y el cine es un arte que ya no sigo.
Cualquiera pensaría que mi vida ahora está acabada, pero no; lo bueno recién comienza pues tengo en mi poder una niña maravillosa que se despierta cada tres horas, me hace cambiarle pañales llenos de todo, llora incansable cuando algo le molesta y hace muchas cosas más, sin embargo apenas me brinda una de aquellas maravillosas sonrisas que posee, toda molestia desaparece, porque ella tiene el poder de cambiarlo todo, de hacer de nuestras vidas una continua aventura llena de creatividad y de mucho amor, el más puro e inexplicable amor.
